Mujercitas
Autora: Louise May Alcott
Tierna, delicada, sencilla en su estilo, ampliamente difundida por el prestigio y la popularidad que ha alcanzado, Mujercitas es una novela de múltiples facetas.
Narra aproximadamente quince años en la vida de la familia March, esta vive en Concard, Massachusetts, y la historia comienza en la navidad de 1861 durante la Guerra de Secesión. La acción se desarrolla en torno a dicha familia que sufre la ausencia del padre-quien está en la guerra- y que vive una situación económica aflictiva. La madre, mujer sabia, fuerte, entera, paciente, con su cariño sin desmayo, les lee a sus cuatro hijas una carta de su padre que las llena de optimismo, reanimándolas a estudiar y trabajar mucho para no defraudarlo.
Meg, tiene 16 años, era la niña mimada de la familia. Quiere superar su vanidad y quejarse menos de la pobreza y el trabajo duro, pero es capaz de sobreponerse y hacer su aporte al hogar trabajando como institutriz de la familia King.
Jo, tiene 15 años, de grandes aptitudes e inquietudes literarias (personalmente este es un personaje basado en la misma autora) es una joven de carácter fuerte a quien le gusta imitar las formas y costumbres varoniles. Su desafío a lo largo de la historia es volverse más femenina.
Beth, de 13 años, era una chica tranquila y abnegada. Se pone la meta de superar su timidez.
Amy, de 12 años, es la mimada de la familia. Era muy cuidadosa en el uso del lenguaje e intenta ser menos egoísta y convertirse en una dama generosa y elegante.
La autora compone un relato doméstico pero animado entre los jóvenes estadounidenses del siglo XIX. Si bien la trama está centrada en el crecimiento moral de los personajes, el lector simpatiza con sus debilidades y sus gracias que los hacen más humanos. Puesto que el modo en que Alcott representa a sus personajes femeninos es único para su época ya que, implícitamente, defiende la igualdad entre hombres y mujeres tanto dentro de la casa como fuera de ella.
Algunos sabios principios que la obra recuerda son:
- La virtud debe ser una actitud de vida.
- La base del matrimonio es el amor, lo demás es secundario. El dinero es necesario en alguna medida, pero sólo el cultivo de la bondad, el respeto, la sensatez, la cultura, la honradez conducen a una vida feliz.
- Al vencer la vanidad, la mujer se hace más bella.
- Una prueba de que hemos moldeado nuestro carácter estriba es que seamos capaces de pensar más en los demás.